En el ámbito provincial, el plan se centrará en sectores como el aceite de oliva o el plástico
Jaén, 23 de febero de 2017.- El presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén, Manuel Alfonso Torres, participó en la presentación en la provincia del Pacto Andaluz por la Industria, en un acto en el que también estuvieron presentes la delegada del Gobierno andaluz, Ana Cobo; los secretarios provinciales de UGT y CCOO, Manuel Salazar y José Moral, y el delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio de la Torre.
Durante la presentación, Cobo aludió al «importante papel que desempeñará de Jaén en el desarrollo del Pacto por la Industria, puesto que cuenta con un gran potencial de crecimiento» en sectores varios como el agroalimentario, el turismo, el medio ambiente, construcción sostenible y TIC, entre otros. La delegada añadió que este pacto, fruto del consenso y el diálogo, reafirma el compromiso de la Junta para que la provincia crezca en los sectores que generan empleo de calidad.
Por su parte, el presidente de la CEJ, Manuel Alfonso Torres, también quiso destacar la importancia de que el Pacto sea fruto del acuerdo y del diálogo social para ‘abordar con mayores garantías un tema tan complejo e importante como es el desarrollo del tejido empresarial andaluz, la creación de riqueza y la generación de empleo, y la industrialización de nuestra región’. El presidente de la CEJ recordó que cuando se apuesta por la industria ‘lo estamos haciendo decididamente por el empleo de calidad y estable, integrado por personas altamente cualificadas, y que cuenta con la ventaja de que no depende de ciclos cortoplacistas de actividad’.
Torres insistió en que el Pacto supone una gran oportunidad para hacer crecer el tejido industrial en la provincia y diversificarlo, pero también para aprovechar ‘el empuje de los subsectores en los que ya somos competitivos haciéndolo más pragmático y viable’.
El Pacto Andaluz por la Industria, enmarcado en la Estrategia Industrial de Andalucía 2020, pretende recuperar los niveles de empleo industrial previos a la crisis, superando de nuevo los 533.000 ocupados en el sector andaluz y la movilización de unos 8.000 millones de euros. Así, sitúa a la industria como prioridad política, porque en momentos de crisis, este sector es el que mejor ha resistido y protegido la calidad del empleo.